Thursday, October 02, 2008

El Sauce y el Arrayan (1era parte)

En la memoria de los lirios encontraremos la historia.
No porque sean sabios, o eternos, mucho menos de gran genio.
Escuchan y son miles.
Hazme caso, nunca discutas con los lirios.

Algun dia, sere joven, muy joven.
Algo asi como cuarenta y tantos,
seran tres para el medio siglo en realidad.
Y esa noche vendran todos a mi cumpleaños.
Aunque lo olvidare, y sere regañado.
"No es mi culpa", dire, "ya la edad descoce mis recuerdos."

Gotas de sol lograran filtrarse por el sombrero de paja.
Sentire la nuca apoyada sobre rocas,
y al estirar mis manos tocaran pasto por doquier.
Las siestas de una hora son las mejores,
pero mejor sera haber despertado a tiempo
para saciar el hambre que croa en mi estomago.

Bajare saltando por la colina,
"Cuidado con ese pozo, salta mas alto, eso dolio,
¿estoy resfriado?, no, es sangre, mi nariz... Soy libre" dire.
A mi espalda el bosque, en el horizonte un rio, en el piso mi diente.
Lo tomare, lo limpiare en la orilla, y vere lo que le reflejo me entrega;
Un hombre libre, sin paleta y ojo en compota.
Sonreire.

Lo metere en la bolsita de cuero que sacare del bolsillo
agitare, pronunciare palabras y me vestire la boca con el diente dorado.
Dos buches de agua devolveran su color perlado.
Y asi ocurrira, mi diente sera de nuevo normal,
pero el sabor salitre...
"¿Un rio salado?"

Caminare, y caminare,
juntare piedras y colores,
mis nuevos peces lo agradeceran.
Sera mas fuerte que yo, lanzare para verla rebotar
"Seis patitos, casi llego..."

No podre creerlo, un sauce lloron mora a orillas del rio salado,
En aquel momento sabre que las historias eran verdad.
Las hadas no mienten, temen morir.

Al acercarme al sauce una voz me chistara.
-"No haga barullo, señor"
Vere a mis alrededores y estare solo, creere haber escuchado algo.
-"No nos obligue a detenerlo, señor".
A mi alrededor el vacio.
Proseguire hacia el sauce, y nuevamente el sabor del suelo, dos veces en una hora.
Al levantar la vista solo plantas. Hermosas y diciplinadas.
-"Si sigue con el ruido tendremos que enterrarlo, señor." Dira el lirio
"¿Que carajo?, una planta me amenaza!" pensare.
Instantaneamente replicare,
-"No estoy haciendo ruido"
-"Ultima advertencia, señor"

Nunca discutas con los lirios.

Seran dos, una con petalos en su lomo, otra con hojas.
Pareceran discutir.
La mas chica dira que esta cansada de hojas, que su hermano dice que los petalos son sabrosos.
La mas grande le recordara que él tambien es su hermano, y tambien los otros cien mil.
La mas chica replicara que desde hace dias que trae las rosas, y que no las tirara.
La mas grande dira que las avispas chaqueta amarilla tambien gustan de las rosas.
Sin pensarlo, la mas chica tirara los petalos y juntara mas hojas.
No es que vaya a estar del todo interesado en la vida de las hormigas, solo que no habra mucho para hacer quieto en el suelo, rodeado por lirios amenazantes.
Probablemente seran dos o tres horas de hacer nada, y asi salvar mi vida.

-"Listo señor, el sauce ha terminado de cantar, puede retirarse"

(fin de primera parte)