El olor al llorar.

Durmiendo sin cama
tirado en la plaza
el banco, tu lecho
las nubes el techo.

y uno escribe en papel
lo que ya no quiere.
Que la tinta,
por favor,
se lleve el dolor.

Pero el pulso se quiebra
por el tiritar de los dientes,
no por frio, ni miedo,
solo por apretar las mandibulas
para no llorar.

Pero aun asi la sal,
escapa de entre los ojos,
se deliza sobre el tabique
y salta desde el menton
despidiendose...

cae, solo cae.

Vuela,
Flota,
Levita,

hasta explotar contra el papel
en el ruido mas intenso
que jamas viviste escuchar.
Tus lagrimas corren la tinta,
y con ella se drena la esperanza.

Y ese olor alli,
Siempre alli,
Jamas se tapa:

Acuosamente resfriado,
respiras solidos,
gelatinas nasales,
tixotropicamente real.

Te hecharon del hogar,
y estas lagrimeando,
y como cuando te ves al espejo llorar
tus cejas se arquean
cancelando el caudal...

Mientras el estomago cruje
aceptas que el dolor
encontro un lugar
donde incubar.

Y crecera,
Fagositara,
y seras su huesped.

El aura muta,
la mirada cambia,
y sabes que la sal critaliza,
rayando el vidrio que te permite observar.

O eres genio o eres martir
aun asi terminas muriendo.
El silencio siempre es testigo,
y si vas a morir,
juraste que va a ser intentando.

Tienes 16 años,
y el alcohol mata angeles
y los demonios te destierran de paraisos,
solo por hoy no tienes cama,
siendo la divina comedia tu almohada.
Solo por hoy el presente es eterno
ni el pasado
ni el futuro
te permiten estar.

Siempre sera hoy,
y nadie te abraza,
solo te rodean sus extremidades
pero el calor es fatal.